He escrito lo suficiente sobre el amor como para no haber explicado nada
es mitad: perdón, hice muchas cosas mal
y mitad: gracias, no me importa lo mal que lo hiciste.
Me dan igual las veces que anidé en jaulas de cristal
mi instinto tibio, porque
respiras cerca, y
el aire que desechas, yo lo quiero dentro de mí
tan dentro
que no pueda contárselo a nadie
y afuera, en la tele, en los libros, en la calle
mientras siguen jurando los otros
que sin oxígeno la vida no funciona
dentro, cariño, yo estoy muerta de la risa.
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